Julio Blancas

Fies(t)ole

14 ABR, 2017 - 27 MAY, 2017

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Durante la segunda mitad de la década de los noventa la obra de Julio Blancas manifiesta algunos de los rasgos determinantes de su trabajo, como son el carácter metódico y reflexivo de sus empeños y la dimensión sobrada de los mismos. De esa época serán los primeros paisajes, bosques, prados, cuevas o arquitecturas, dibujos sobre papel generalmente  de formatos colosales que, pese a no alejarse de la naturaleza como referente, evidenciaban una intensidad extrema en su configuración material y la irreductible pasión del artista por los elementos más básicos de su trabajo: el lápiz y el trazo. Con ellos va a construir un lenguaje propio y emprenderá un ambicioso proyecto que tendrá a ese lenguaje como sustancia de análisis a lo largo de dos décadas. Durante ese tiempo el uso del lápiz de grafito cohesionará y condicionará su obra, aunque también irá escrutando las posibilidades expresivas del  soporte,  que acabará por unirse al lápiz y al trazo en la concepción y configuración de sus trabajos.

Han pasado dieciséis años desde la última exposición individual de Julio Blancas en la Galería Artizar, bajo el título Laberinto. Dieciséis años que sin embargo han estado repletos de proyectos en común que han ido construyendo un camino que no siempre ha sido de rosas, afortunadamente, pues entre las rosas se esconde la autocomplacencia y el conformismo. Como el propio Julio diría, no ha sido una “cursilada”, y tras el desencuentro y el debate viene el crecimiento.

Lo cual nos lleva a Fies(t)ole, un proyecto surgido del aprecio y la empatía, en el que Blancas ha tomado la “senda del carbón” que abriese durante OSMOSIS (TEA, 2015) para cartografiarla al milímetro, explorando las infinitas posibilidades de un material que en sí mismo es puro sedimento para convertirlo en sus propios sedimentos, que estratifican en secos barrancos a la espera del agua. Hasta ahora.